En contraste con los saquitos de dormir no hay que comprar otra Sábana Fantasma™ por los cambios de temporada. Viste al niño en su pijama habitual y si no quiere ajustar la calefacción de la casa, quitar y poner mantas para asegurar una noche a la temperatura idónea a lo largo del año. Además, mientras el niño crece, la Sábana Fantasma™ le vale para siempre, no hay que comprar otra. ¡Qué Ahorro!
Al introducir el niño en el chaleco de la sábana que se encuentra en el centro de la cama, la sábana no compromete la seguridad del bebé y tranquiliza a los padres que saben que su hijo duerme seguro en la cama sin necesidad de vallas protectoras.
Cuando los niños son pequeños, viajar con ellos resulta a veces muy pesado. A menudo el lugar de destino no está equipado adecuadamente y por tanto vamos cargados con la cuna de viaje. La Sábana Fantasma es la perfecta alternativa, más barata y mucho menos voluminosa.
¡No te vayas de vacaciones sin ella!